Introducción
El “Future of Jobs Report 2025”, publicado por el World Economic Forum (WEF), ofrece una radiografía de las transformaciones que están ocurriendo en el mercado laboral global.
En esta edición, se destacan cinco grandes fuerzas que están remodelando el empleo: cambio tecnológico, transición ecológica, fragmentación geoeconómica, incertidumbre económica y cambios demográficos.
La combinación de estas tendencias está produciendo una destrucción y creación neta de empleo del 22% de los puestos actuales, lo que supone la eliminación de 92 millones de empleos y la generación de 170 millones nuevos hasta 2030. Este fenómeno plantea desafíos urgentes para gobiernos, empresas y trabajadores, que deberán adaptarse a una realidad laboral cada vez más mediada por la inteligencia artificial (IA), la automatización y la digitalización.
En este artículo, se analizan los puntos clave del informe y se ofrece una perspectiva crítica sobre lo que esto significa para el futuro de los trabajadores y la estructura socioeconómica global.
El impacto de la inteligencia artificial y la automatización
La IA, y en particular la inteligencia artificial generativa (GenAI), es la principal fuerza transformadora del mercado laboral. Según el informe, el 86% de las empresas espera que la IA transforme su modelo de negocio para 2030. Sin embargo, este impacto será ambivalente:
- Se crearán empleos en áreas tecnológicas, como especialistas en IA y machine learning, analistas de datos y expertos en ciberseguridad.
- Se destruirán roles administrativos y de oficina, como cajeros, empleados de banca, secretarios y operadores de entrada de datos.
El desplazamiento laboral por IA no es homogéneo: sectores como la salud, la educación y los servicios sociales experimentarán un crecimiento en demanda de trabajadores, mientras que las tareas repetitivas serán progresivamente automatizadas.
El informe sugiere que para 2030, el 34% de las tareas serán realizadas por tecnología, el 33% mediante colaboración humano-máquina y el 33% por humanos exclusivamente. Esto implica que la automatización está avanzando, pero también hay oportunidades en la colaboración entre humanos y tecnología.
Sin embargo, el modelo de automatización dominante hoy es de sustitución de trabajadores, lo que podría agudizar la desigualdad económica si los beneficios de la IA no se redistribuyen adecuadamente. Este es uno de los puntos más críticos del informe: si la tecnología no se enfoca en aumentar las capacidades humanas sino en reemplazar trabajadores, el desempleo y la precarización laboral aumentarán.
La paradoja del crecimiento: más empleos, más desigualdad
Aunque el informe prevé un crecimiento neto de 78 millones de empleos, esto no significa necesariamente una mejora en las condiciones de vida para todos. Existen varios factores que podrían convertir esta transformación en una crisis social si no se manejan adecuadamente.
Uno de los principales problemas señalados es que el 59% de los trabajadores necesitarán formación adicional para 2030. Sin embargo:
- Sólo el 50% de los trabajadores han accedido a programas de reskilling o upskilling hasta ahora.
- Los empleos que crecen requieren habilidades técnicas avanzadas, lo que deja en desventaja a trabajadores con menor acceso a educación tecnológica.
Esto plantea un riesgo significativo: la creación de una “élite digital” con acceso a los empleos mejor remunerados, mientras que una gran parte de la población enfrenta empleos precarios o desempleo.
Los sectores con mayor crecimiento incluyen:
- Ciencia de datos y análisis
- Fintech y tecnología blockchain
- Energías renovables y tecnología verde
- Ciberseguridad y redes
Por otro lado, los empleos en administración, manufactura tradicional y servicios de oficina serán los más golpeados.
La revolución verde. Más allá del crecimiento económico
La transición ecológica es otra de las grandes tendencias del mercado laboral. El informe resalta que la lucha contra el cambio climático está impulsando una expansión en empleos verdes, como ingenieros en energías renovables y especialistas en eficiencia energética.
Sin embargo, hay desafíos críticos:
- Los empleos “verdes” requieren una formación especializada, lo que agrava la brecha de habilidades.
- El ritmo de creación de empleos verdes no es suficiente para compensar la pérdida de empleos en industrias contaminantes.
- Los países en desarrollo enfrentan dificultades para adaptarse, ya que dependen más de industrias de alto impacto ambiental.
Este punto refuerza la idea de que, sin políticas públicas activas de capacitación y transición laboral, la revolución verde podría beneficiar solo a una minoría.
Desafíos geopolíticos y económicos
Además de la tecnología y el cambio climático, factores geopolíticos y económicos también están moldeando el empleo:
- Las tensiones comerciales entre China y EE.UU. han generado incertidumbre en sectores industriales.
- El aumento del costo de vida es una de las mayores preocupaciones para las empresas, lo que podría limitar la inversión en empleo.
- El envejecimiento de la población en países desarrollados está aumentando la demanda en salud y servicios sociales, pero también reduce la disponibilidad de trabajadores jóvenes.
Estos factores evidencian que el futuro del empleo no es un fenómeno puramente tecnológico, sino que está profundamente influenciado por las dinámicas políticas y económicas globales.
Conclusión. Un futuro de trabajo para todos o para pocos
El Future of Jobs Report 2025 nos ofrece una visión clara de las fuerzas que están redefiniendo el mundo laboral.
La clave para aprovechar las oportunidades y mitigar los riesgos está en la inversión en educación y formación continua, en la redistribución equitativa de los beneficios de la automatización y en la implementación de políticas activas que protejan a los trabajadores más vulnerables.
La automatización y la IA no deben ser sinónimos de desempleo y desigualdad. Si las empresas, los gobiernos y la sociedad civil trabajan juntos, podemos convertir estas tendencias en una oportunidad para construir un mundo laboral más inclusivo, resiliente y sostenible.
Sin embargo, si la revolución digital se deja en manos de unas pocas corporaciones sin regulación ni estrategias inclusivas, podríamos estar ante un futuro con mayor precarización laboral y polarización económica.
El reto está sobre la mesa. ¿Qué camino elegiremos?