Desde hace ya un tiempo, uno de los momentos más especiales del año para mi es el evento Brain IT que organizamos desde Nechi Group.

No es que sea magnífico poder compartir conocimiento científico y técnico con un maravilloso público entregado y, siempre, sin coste, de forma que puede acceder cualquiera que tenga interés y curiosidad, claro, y siempre que disponga de una mañana. 

No es porque tenga el orgullo de compartir el momento con unos ponentes excepcionales y de relevancia.

Es porque disfruto y lo hago rodeado de amigos. Me siento feliz pudiendo presentar ideas novedosas de verdad, innovadoras, vanguardistas y en un tono cercano, lejos de esas charlas magistrales subido a un escenario y lejos de mi público.

En los BIT me siento como en casa, como en las comidas de fin de semana discutiendo algún tema que nos interesa a todos, o como en la cola del cole cuando espero a mis hijos y hablamos de cómo va el mundo. 

Disfruto viendo al público llegar, participar y luego, entre pausas, seguir el debate. Y lo que me alegra es ver que, tiempo después, aún seguimos hablando de los temas que surgieron en el último BIT.

Este año hablamos de la tecnología y su impacto en la sociedad. Yo soy un enamorado de la tecnología y creo que es una de las herramientas que nos permite seguir adelante, progresando, pero no estoy ciego ante los riesgos que supone. Y de ello hablaré. 

Este año estrenamos formato, dos speakers discutiendo las dos caras de la misma moneda. Tecnología a favor, tecnología en contra. O, mejor dicho, tecnología tiene más pros que contras o a la inversa.

Yo estaré en la contra. Y mi oponente, mi hermano Héctor, uno de los más brillantes tecnólogos de este país. Y si me dejan el atrevimiento, de los mejores del momento a nivel internacional. El reto es mayúsculo.

Pero mi misión no es vencer, ni tan siquiera convencer, es abrir los ojos ante el riesgo a una historia posible si no seguimos un camino adecuado y planificado. Y él hará lo propio a la inversa. 

Y aunque el lector puede pensar que, claro está, todos somos expertos en lo que hacemos y estamos bien asesorados y formados, la realidad me demuestra que erramos, y lo hacemos con frecuencia y en gran medida. 

Así que, espero, al final de este BIT, unos cuantos, sino muchos, se marchen a casa con apertura de mente, ideas claras y capacidad de razonamiento crítico suficiente como para hacer de este mundo un mundo mejor, con un poco o mucha tecnología, eso lo dejos para el público.