El mercado de programación no code está en crecimiento. Empresas líderes en tecnología, como Google, Microsoft y Salesforce, han reconocido el potencial de la programación no code y están realizado inversiones significativas en plataformas y herramientas no code.
Esta competencia en el mercado está impulsando la innovación y mejorando constantemente las soluciones disponibles, beneficiando a las PYMEs al ofrecerles una gama más amplia de opciones.
No es casual, la falta de desarrolladores cualificados es la palanca perfecta. La consultora Gartner estima que el mercado de bajo código crecerá hasta casi los 30.000 millones de dólares en 2025. Se prevé que sólo para 2024, las aplicaciones desarrolladas con low/no code representará el 65% de toda la actividad de desarrollo, superando el 70 % para 2025.
Sin embargo, estas tecnologías no están exentas de desafíos.
Las cuestiones relativas a la seguridad, la privacidad y la ética requieren una atención meticulosa. Además, aunque la programación no code y low code facilitan el acceso a la creación de aplicaciones, no sustituyen la necesidad de conocimientos especializados en ciertos escenarios, especialmente en aquellos que requieren una alta personalización o manejo de complejidades técnicas avanzadas.
En este contexto, el rol del programador evoluciona. Lejos de quedar obsoleto, el programador se transforma en un arquitecto de soluciones, un estratega capaz de navegar en el vasto mar de posibilidades que las plataformas no code y low code ofrecen, seleccionando, personalizando y optimizando herramientas para crear soluciones que no solo resuelvan problemas, sino que también innoven y lideren en el mercado.
Además, la seguridad de las aplicaciones no code debe ser una preocupación constante.
En cualquier caso. La programación no code ha venido para hacer el mundo más fácil a no programadores. Al liberarse de las tareas técnicas complicadas de programación, las PYMEs pueden concentrarse en lo que hacen mejor: impulsar su negocio y atender a sus clientes.
Estamos en el umbral de una nueva era, donde la habilidad para manipular y transformar datos se convierte en un superpoder.
Al igual que los alquimistas medievales soñaban con convertir metales comunes en oro, los alquimistas de datos de hoy tienen el poder de convertir información en conocimiento, conocimiento en acción y acción en innovación. En este emocionante viaje, los bloques de LEGO no solo son un juego de niños, sino también las piezas fundamentales que, en manos de los visionarios, están construyendo el futuro de nuestro mundo digital.
Pero recuerde, salvo que usted sea un chef excelente, es posible hacer un plato al gusto exquisito, pero si busca una receta exclusiva y digna de un premio de cocina, siempre deberá acudir a un maestro cocinero. Lo mismo sucede con la programación.