En el estudio reciente, realizado en la Universidad de Arkansas, se enfrentaron 151 sujetos humanos a ChatGPT-4 en tres pruebas que tratan de medir el pensamiento divergente, un marcador de pensamiento creativo.
El pensamiento divergente se define por la habilidad de producir una solución única a una pregunta que no tiene una única respuesta previsible. En este estudio, GPT-4 proporcionó respuestas más novedosas y minuciosas que los sujetos humanos.
Las tres pruebas empleadas fueron Tarea de Uso Alternativo, Tarea de Consecuencias y Tarea de Asociaciones Divergentes. Las respuestas se midieron por número de respuestas, longitud de la respuesta, y diferencia semántica entre palabras.
ChatGPT-4 demostró superioridad sobre sujetos humanos en pruebas de pensamiento divergente, destacándose por su originalidad y detallamiento en las respuestas.
Observaciones del estudio: Aunque se realza el sobresaliente desempeño de la IA, los investigadores enfatizan la inexistencia de autodeterminación de la IA y la necesidad de interacción humana para desbloquear su potencial creativo.
Los resultados indican que la IA podría funcionar como un instrumento de inspiración, fortaleciendo la creatividad humana y superando el pensamiento lineal, sin embargo, se mantiene la duda de hasta qué punto la IA puede suplantar la creatividad humana.
No obstante estos hallazgos, el estudio presenta algunas limitaciones. Los autores destacan que «la IA, a diferencia de los humanos, carece de autodeterminación» y depende de la intervención humana. Por ende, el potencial creativo de la IA permanece en un estado de latencia hasta que se le incite.
Por el momento, los autores sugieren que «El futuro de la IA como una herramienta de inspiración, como un respaldo en el proceso creativo de una persona, o para superar el pensamiento fijo, se presenta prometedor».